La súplica desconocida de Manasés
Por Pinchas Shir
Este extracto «La súplica desconocida de Manasés» es una traducción literal de la «Oración de Manasés», un ejemplo de una bella y poética liturgia judía creada entre el siglo I a.C. y el siglo I d.C. El idioma original de la oración fue probablemente hebreo o arameo, aunque solo el texto griego sobrevivió hasta nuestros días. Observa la forma en que este escritor le pide perdón a Dios. Él sabe que el perdón del Señor viene solo por la misericordia y la gracia y no por el sacrificio. No confía en nada más que en el carácter misericordioso de Dios para la salvación.
«1 * ¡Oh Señor!, Dios de nuestros padres,
Dios de Abraham, y de Isaac, y de Jacob, y de sus hijos justos;
2 * El que hizo el cielo y la tierra
con todo su adorno...
7a * Porque tú eres el Señor,
sufriente, y misericordioso y muy compasivo;
y sientes pena por los males de los hombres.
7b * Tú, ¡oh Señor!, según la dulzura de tu gracia,
prometiste perdón a quienes se arrepienten de sus pecados,
y en la multitud de tus misericordias
el arrepentimiento señalado como la salvación para los pecadores.
8 Tú, pues, Señor, Dios de los justos,
no designaste gracia para los justos,
como Abraham e Isaac y Jacob,
aquellos que no pecaron contra ti;
pero tú me determinaste gracia, a (mí) que soy un pecador.
9a Porque mis pecados se multiplicaron en número más que la arena del mar,
y a causa de la multitud de mis iniquidades,
no tengo fuerzas para poder levantar los ojos.
9b * Y ahora, ¡oh Señor!, estoy justamente afligido,
y como merezco, soy acosado;
porque ya estoy atrapado...
11 * Y ahora he aquí, doblo las rodillas de mi corazón delante de ti;
y te suplico tu bondad.
12 * He pecado, ¡oh Señor!, he pecado;
y ciertamente, conozco mis pecados.
13 * Hago súplica delante de ti;
¡perdóname!, Señor, ¡perdóname!
y no me destruyas con mis transgresiones;
y no te enojes conmigo para siempre;
y no te acuerdes de mis males;
¡y no me condenes ni me envíes a las profundidades de la tierra!
Porque tú eres Dios de los arrepentidos.
14 Y en mí manifestarás toda tu gracia;
y aunque no soy digno,
me salvarás según la multitud de tus misericordias.
15 * Debido a esta (salvación) 3 Te alabaré continuamente
a través de todos los días de mi vida;
porque todos los ejércitos del cielo te alaban,
y te cantan por siempre y para siempre» (Oración de Manasés).